2 de diciembre de 2008

¿Cómo aprendemos? Toma de conciencia (I)

El primer día de clase Benjamín y Marisa trabajaron conjuntamente. Marisa quiso presentarnos algunos conceptos de su asignatura y Benjamín nos ayudó a relacionarlos con nosotros mismos y nuestras experiencias.

Primero Marisa nos leyó un texto de Francisco Hernán que teníamos que escuchar atentamente y, si no recuerdo mal, con los ojos cerrados. Era un texto precioso. En él Hernán contaba cómo una alumna se presenta un día en su despacho ansiosa por que éste le recomiende bibliografía sobre el aprendizaje y la adquisición de lenguas. A Hernán aquella visita exigente le pilla por sorpresa y no es capaz de recomendarle autores claves al respecto. ¿Qué sabe él de cómo se enseña? ¿Cómo enseña él? ¿Qué teorías y estrategias lleva él a cabo con sus alumnos? El profesor, disgustado en parte consigo mismo por no recordar nombres ni teorías, y, presionado por la joven, inicia insconscientemente un proceso de autodescubrimiento.

El texto merece realmente la pena porque invita a la reflexión. Hace especial hincapié en la idea de que la mayoría de las veces no somos conscientes de cómo enseñamos y aprendemos una lengua; sabemos hacerlo, conseguimos que los alumnos comprendan lo que estamos explicando pero nos cuesta reflexionar sobre ello, puesto que a menudo tenenemos ideas vagas y demasiado empíricas, relacionadas con la experiencia diaria de uno mismo. Hernán distingue también entre el aprendizaje consciente y el que no lo es. Cuando aprendemos conscientemente, lo hacemos porque estamos dando valor al conocimiento nuevo y porque existe un interés por aprender, ya sea propio, para comunicarnos con los demás, etc.

Llegados a este punto, Marisa introdujo las palabras de Gattegno, creador del "Silent Way" : "Solo la conciencia es educable". Y sí, puede que sea cierto pero, como se pregunta James Mason, "¿qué significa eso cuando lo aplicamos a los profesores y educadores?".

Tras leer el texto, Benjamín nos pidió que pensáramos qué nos sugería la lectura. Si fuera una textura, ¿qué seríamos? ¿Y si fuéramos un momento de nuestra infancia? Aquí van mis resultados: Si yo fuera una textura, sería rugosa; si fuera un momento de la infancia, sería los ratitos en que mi padre me enseñaba a ir en bicicleta; si fuera una comida, sería un plato de espaguetis, si fuera un paisaje, no sé cuál sería, no fui capaz de definirlo; si tuviera que pensar en algún familiar, pensaría en mi madre; si fuera una fruta sería una sandía y si fuera un olor sería un perfume fresco a la vez que intenso.

¿Cómo interpreto todo esto con el texto? Pues bien, creo que me pongo en el lugar de la alumna y no tanto en el del profesor. Me identifico con ella en el sentido en que entiendo el proceso de aprendizaje como algo complicado; como ella, estoy intraquila, ansiosa porque me preocupa muchísimo el camino que debo seguir para alcanzar mis objetivos. Véase sino mis respuestas: si fuera un momento de mi infancia sería cuando iba en bicicleta, cuando me caía, cuando aprendía equivocándome, cuando mi padre me transmitía confianza y me decía "ánimo, es difícil pero lo lograrás", y si fuera una comida sería una sandía y unos espaguetis, ambos deliciosos pero complicados de comer, con pepitas engorrosas lo primero, y enrollados y escurredizos los segundos.

Entiendo el aprendizaje justamente así. Al principio cuesta, este máster cuesta y uno tiene que trabajar duro y preocuparse y agobiarse, pero si uno es constante, si uno quiere, al final se aprende y la recompensa es inmejorable. También lo entiendo como un proceso en el que es necesario un mediador -de ahí las ansias de la alumna-, alguien que sobretodo esté al lado del aprendiz para respaldarle en los momentos difíciles, alguien que le enseñe a sacar el máximo partido a su aprendizaje o adquisición, alguien que proporcione estrategias para que después el alumno escoja la que mejor se le adapta, en definitiva, que el estudiante no aprenda solo.

Tras comentar la experiencia con los demás compañeros, Benjamín nos preguntó cómo nos sentíamos. Por lo que a mí respecta, me sentía bastante intranquila. La verdad es que hubiera preferido contestar otras cosas a sus preguntas pero a medida que escuchaba a mis compañeros, supe y sé que esas son las respuestas que tenía que dar, no podía haber otras. En cierto modo el ejercicio de Benjamín me ayudó a descubrir quién soy y en qué momento de mi proceso de aprendizaje me encuentro.

Saludos!

0 opiniones:

 

Copyright 2007 ID Media Inc, All Right Reserved. Crafted by Nurudin Jauhari